La calidad del agua influye enormemente en el sabor del café. ¿Por qué?
Porque la mayor parte de este tipo de bebidas es agua: por ejemplo, según el Fórum Cultural del Café, en una taza de café el agua constituye entre el 92 y el 98% del total de la bebida y de ella obviamente depende la excelencia del resultado final. Con un agua de calidad, el aroma del café estará totalmente desarrollado, permitiendo disfrutar al máximo de su sabor y de una perfecta espuma.
Así pues, con toda seguridad los amantes del café entenderán la importancia de la instalación de un suavizador que garantice la pureza del agua para un sabor excepcional.
¿Podemos utilizar el agua del grifo para preparar café?
Sabiendo que la calidad del agua tiene un papel fundamental en el aroma y el sabor de tu café, es clave prestar atención a la calidad de este líquido. En casa, la calidad del agua varíará según el lugar en el que residamos y por ello no siempre será la más adecuada no solo para la elaboración de cafés, tés e infusiones sino también para su consumo y uso a la hora de cocinar.
En este sentido conviene que expertos analicen su calidad para verificar que cumple los niveles adecuados. En caso de que no sea así podremos solucionar este problema recurriendo, por ejemplo, a la instalación en la cocina de un suavizador: con este equipo obtendremos un agua más pura y libre de sabor y olor.
¿Qué ocurre si la calidad del agua no es la adecuada?
En el caso del café, el uso de un agua sin el tratamiento adecuado podría provocar un café a nivel organoléptico:
– Con exceso de acidez
– Con falta de aroma y de cuerpo
– Con exceso de cloro
– Con inconsistencia en la crema