¿Cómo comprobar la pureza del agua?
Es importante saber cómo comprobar la pureza del agua en los hogares. Pese a que las autoridades sanitarias garantizan que el agua del grifo es totalmente apta para el consumo humano, son muchas las personas que no están del todo conformes con el gusto ni con la calidad del agua y prefieren beber agua embotellada u obtenida a través de sistemas de filtrado. Se considera agua potable aquella agua que una persona puede tomar, a lo largo de su vida, sin poner en riesgo su salud. Normalmente se toma como referencia la cantidad de unos 2 litros de agua al día durante 70 años de vida.
Como consumidores, tenemos varias opciones para poder comprobar la pureza del agua y conocer la composición real. Habitualmente, en un vaso de agua podemos encontrar cantidades pequeñas de minerales y algunas sustancias contaminantes que en pequeñas dosis no tendrían que afectar al normal funcionamiento de nuestro organismo. El agua del grifo contiene sales minerales y otros nutrientes que le suelen conferir un sabor y un olor particulares. Un simple test del agua despejará las dudas acerca de los componentes que se encuentran en el agua de cada casa.
Herramientas para comprobar la pureza del agua
Con una simple prueba se miden rápidamente variables como la alcalinidad, los niveles de cloro, la dureza, el hierro, el PH y el contenido de sulfitos del agua. Por lo general, deberíamos preocuparnos sólo cuando a través del vaso vemos partículas extrañas en el agua, si el color no es transparente, o si detectamos olores extraños (a huevo podrido, a cloro, a esmalte, etc). En esos casos, lo más aconsejable es no beber el agua y hacer una prueba que nos aclare las dudas y nos ayude a tomar la decisión apropiada. Existen tablas que ayudan a interpretar los resultados de las analíticas. Una vez que conozcamos los indicadores, podremos saber qué decisión debemos de tomar en relación a nuestro proveedor de agua. Si la calidad del agua está dentro de los parámetros que se consideran normales, podremos seguir consumiendo esa agua con tranquilidad, pero si no estamos totalmente seguros o buscamos un agua de mayor calidad, podemos pensar en adquirir un sistema de filtrado de agua o bien, consumir agua embotellada.
Medidas para el tratamiento del agua
Cabe recordar que el cloro es el desinfectante del agua que más se suele emplear, dada su gran efectividad a la hora de eliminar los microbios nocivos que pueda haber tanto en el agua como en las tuberías y en los depósitos. Según la legislación sanitaria europea, la concentración de cloro en el agua no debe ser superior a 1 miligramo por litro. Las compañías suministradoras de agua potable realizan este tipo de análisis de manera periódica para controlar la concentración.
Otros problemas en la calidad del agua pueden venir determinados por el deficiente estado de las instalaciones. En ese caso, es necesario revisar el grado de deterioro de las tuberías y plantearse cambiarlas en caso de que su estado no sea adecuado.
Por otro lado, para mejorar la calidad del agua del grifo podemos recurrir a distintas técnicas avanzadas de tratamiento del agua. Una de esas técnicas es la ósmosis inversa.