La alta concentración en minerales y cal en el agua del grifo puede provocar una sensibilidad en la piel, sobre todo el agua en zonas geográficas determinadas. En este caso, además, el agua dura en la piel del bebé es más irritante y molesto para su bienestar, ya que tienen la piel más sensible y puede llegar a ocasionarles eccemas. Es por eso que la mejor recomendación para reducir la dureza del agua en el domicilio es instalar un Suavizador.
Un Suavizador es un aparato que se instala en la entrada del agua de tu domicilio, cuya función es eliminar el exceso de cal y sales minerales, mediante un complejo mecanismo de filtrado, obteniendo así un agua mucho más ligera y lo que es más importante, libre de cal y minerales.
Estudios internacionales sobre la piel del bebé y la dureza del agua
Según un estudio realizado en el King’s College de Londres, el riesgo de sufrir eccemas a causa de la dureza del agua se produce en especial en los primeros meses de vida. En concreto, ese estudio se centraba en los bebés de tres meses. Se han realizado estudios similares en otros lugares del mundo, particularmente en Japón y también en España. Un estudio realizado en la provincia de Castellón indicaba que había una relación entre la dureza del agua y la aparición de eccemas en niños de hasta 6 y 7 años de edad.
En todo caso, si bien los eccemas no son una enfermedad grave, sí que presentan un gran número de inconvenientes no sólo para los bebés sino también para los padres. En el mercado hay varios medicamentos para curar los eccemas, pero en el caso de los bebés, la aplicación de corticosteroides puede resultar un remedio un tanto agresivo para su delicada piel. A esta edad temprana, la piel de los bebés es muy suave y por consiguiente hay que evitar a toda costa las irritaciones.
El agua dura provoca alergias y lesiones en la delicada piel del bebé
Todos los estudios señalan que para la higiene y la limpieza cotidiana, es más conveniente un bajo nivel de cal en el agua. Un agua demasiado dura acostumbra a dejar residuos de cal en la delicada piel del bebé, incluso al secar la piel con la toalla, y el resultado en el cabello es menos brillo, a causa de los restos de minerales que se depositan en el mismo.
La alta presencia de minerales y cal en el agua resta efectividad a los jabones, cosméticos y detergentes que usamos para la higiene del bebé. El exceso de estas sustancias neutraliza los tensioactivos, lo que implica un aumento en la cantidad de producto utilizado, afectando a nuestra economía doméstica.
Extremar el cuidado en la limpieza e higiene del bebé
En los primeros meses de vida tenemos que hacer todo lo que está a nuestro alcance para preservar la salud en la delicada piel del bebé. En general, no deberíamos bañar el bebé varias veces al día. La piel sensible del bebé no está preparada para un baño diario, ni tampoco para el uso de jabones o cosméticos como los de un adulto. En general usaremos jabones y cosméticos de formulación especial para los bebés, menos agresivos para la piel.
También es importante que cuando sequemos la piel del bebé, usemos toallas suaves, que hayan sido lavadas con agua también blanda para evitar que el tejido se encrespe y provoque irritación al secar la epidermis. El agua dura está detrás de muchos problemas de bienestar en los más pequeños de la familia. Como madres o padres, deberíamos preocuparnos por las características del agua de nuestro domicilio, y obrar en consecuencia para procurar a nuestra familia el agua más saludable posible.
En el mercado hay varios modelos de suavizador. Hoy en día muchos domicilios disponen de un suavizador de agua doméstico. Se trata de una inversión necesaria y recomendable para solucionar de una vez por todas los problemas que supone un agua con un exceso de cal y de minerales. El suavizador evitará muchos problemas en la piel sensible de los bebés, con lo cual toda la familia ganará en salud y bienestar desde el momento de su instalación.
[contact-form-7 id=»3131″ title=»Blog»]
